Nicolás Morás, insurgencia periodística contra el totalitarismo sutil

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No existe revolución posible con la juventud analfabeta educada por Whiskeypedia, transportándose en Uber y pagando un café de Starbucks (Nicolás Morás)

NOTA MIA: Esta entrevista a Nicolás Morás, fue realizada por el periodista internacional Javier Benítez, que tiene una larga trayectoria en medios como Sputnik (link). DE manera muy amable, Javier la ofreció como una exclusiva para cybermedios. Un gesto muy fino y muy noble que siempre le agradeceré ¡Muchas gracias! (Jorge Lizama)

INTRODUCCIÓN

Los que llevamos muchos años en los medios de comunicación sabemos que lamentablemente la verdad de los hechos no es una prioridad para sus dueños.

Por momentos parecía una tendencia irreversible: El capitalismo tecnológico y la consiguiente centralización de internet acabarían con los formadores de opinión, que poco a poco se transformaron en promotores de una opinión única, o un puñado de opiniones funcionales.

Es curioso que esté de moda la expresión Fake News como arma arrojadiza, cuando prácticamente ningún comunicador  de los grandes medios cumple con la misión periodística de difundir la verdad, porque implica confrontar intereses intocables.

En tiempos donde la izquierda abandonó la lucha de clases para crear una dictadura de géneros subvencionada por millonarios y donde la derecha ya no clama por la soberanía del individuo sino que aplaude su extinción ¿Qué esperanza nos queda?

Parafraseo en la última reflexión a quien hoy entrevistaré, un joven outsider que no nos permite perder la fe.

Se trata de Nicolás Morásque con ayuda de las cadenas alternativas lidera un auténtico fenómeno de rebelión contra las verdades establecidas que lucían indiscutibles:

El feminismo de tercera generación, las democracias capitalistas como el mejor de los mundos posibles, la demonización de Rusia, la santificación de la ciencia y los avances tecnológicos, las guerras contra el narco y la yihad, la creencia en el fin de la Historia.

Nicolás, un activo conferencista invitado habitualmente por Sputnik NewsHispan Tv y Telesurlogró frenar el proyecto de legalización de Pegasus en Argentina, y con apenas veintitrés años ultima los detalles de un documental sobre la censura sionista que azota a la nación austral y los intereses que se esconden detrás.

 

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LA ENTREVISTA

Nicolás ¿Por qué dices que asistimos a un cambio de época?

Hace apenas tres años era impensable para el mainstream que la Unión Europea comenzara a resquebrajarse con la salida de Reino Unido.

Que partidos euroescépticos y poco amigables con el atlantismo escalaran posiciones astronómicamente en Suecia, Bélgica, Holanda,  en Francia y en Alemania,  los gerentes de la corporación, y que ganaran elecciones generales en Austria (que la élite forzó a repetir), Hungría e Italia,  donde gobiernan en coalición.

Que el déspota modélico de la progresía, Obomba, el empleado favorito de la oligarquía global fuera desalojado de la Casa Blanca por un ícono de la incorrección como Donald Trump.

Más aún que su homólogo brasileño, Bolsonaro, amenace con hacerse de la presidencia de Brasil y que en la Argentina, punta de lanza del feminismo autoritario en América del Sur, el senado rechace un proyecto de legalización del aborto promovido por la totalidad de las cúpulas partidarias, el gobierno, el FMI, la ONU y por supuesto, los dólares de Soros.

Que en México López Obrador finalmente diera el santo, ese “conservador de izquierda” según los campeones invictos en el deporte de errar pronósticos que escupen bilis desde el New York Times.

O que cada vez más países africanos reemplacen la tutela camuflada de sus antiguas metrópolis por una asociación ligeramente más ventajosa con China.

La suma de estos ingredientes permite entrever un nuevo ciclo geopolítico que entierra definitivamente esa arrogancia neoconservadora que proclamaba “El Fin de la Historia”.

Tú anticipaste la victoria de Trump incluso antes de que saliera airoso de las primarias republicanas, así como el BREXIT y el fracaso del aborto en Argentina. ¿Cómo hiciste para prever esos cambios cuando nadie los esperaba?

Me limité a interpretar el hartazgo de muchas personas con las respectivas hegemonías derrotadas.

Bastó con estudiar cómo se compone la columna vertebral del modelo global imperante.

Su médula espinal, la ultra-tecnificación y ultra-regulación de la economía destruye las posibilidades de subsistencia de cada vez más personas tanto en países desarrollados como subdesarrollados.

En tanto la veta política, llamémosle el cerebro del modelo, se apoya en un totalitarismo sutil encaminado al pensamiento único (identificado generalmente como “corrección política”) que a diferencia del espíritu dinámico que caracteriza al capitalismo resultó un recurso estático que comienza a dar signos de agotamiento.

La falsa dicotomía entre progresistas y neoconservadores cuyos programas de gobierno no varían en absoluto, la ingeniería social del feminismo de género y la creciente censura y persecución a los disidentes (acusándolos desde terroristas hasta promotores de discursos de odio) conduce invariablemente a generar una resistencia.

La globalización no tiene treinta años, tiene tres mil y es un proceso cíclico, inestable.

Creo que el éxito o el fracaso de los proyectos globalizadores residen en la capacidad de adaptarlos a las personas.

El panhelenismo de Alejandro conjugaba lo mejor de la Grecia Clásica con lo que estimaba conveniente de las culturas sometidas, y si bien nos dejó invaluables aportes culturales duró un suspiro. Dos generaciones, la suya y la de sus sátrapas.

El Imperio Romano, por el contrario, alcanzó su máximo esplendor con un modelo que impulsaba tributos bajos y libertad de costumbres, y a partir de la Cristianización (coincidente con la insaciable sed absolutista de sus últimos emperadores) comienza la debacle.

Estoy convencido de en este momento la crisis es del modelo y no del sistema, por esa razón observo los cambios con optimismo moderado.

Optimismo porque las bisagras históricas como la que te estoy describiendo son territorio fértil para conquistar libertades,  moderado porque la capacidad de los poderosos para reinventarse es inagotable.

Cuéntanos brevemente cómo surgió la hegemonía que está en crisis

Creo que durante los primeros tres lustros de este siglo alcanzó su auge paroxístico un modelo geopolítico existente, que se viene gestando en occidente desde 1970 y termina de mundializarse luego de la Caída del Muro.

Estamos hablando de un neo-colonialismo financiero/tecnológico consustanciado con los Estados más que nunca.

Yo interpreto al sistema capitalista como una organización política donde la concentración de capital es la forma ulterior de poder político, y como liberal entiendo a la perfección los mecanismos de la concentración económica ilimitada, que son fundamentalmente la restricción de la competencia y la conquista de privilegios.

La violencia estatal siempre fué la herramienta predilecta para conseguir ambos fines, ofreciendo un amplio menú de posibilidades: Regulaciones e impuestos regresivos para impedir el surgimiento de competidores internos, aranceles para evitar a los externos, licencias de explotación monopólica, subvenciones con dinero público, patentes que permiten apropiarse de conocimientos universales obtenidos gratuitamente y rentabilizarlos.

Pero hay un salto cuantitativo desde la eliminación obligada del patrón oro, ergo la proliferación de dinero fiduciario y peor aún, la emisión electrónica de moneda con la respectiva bancarización/fiscalización  deliberada de las economías.

Sólo con esta táctica inflacionaria se pudieron solventar indefinidamente en el tiempo

  1. El eterno expansionismo militar estadounidense
  2. La deuda pública ilimitada como recurso de dominio político por parte de los organismos o países acreedores.
  3. Los rescates trillonarios, inverosímiles, a los bancos de inversión que quebraron precisamente por la burbuja crediticia producida por el esquema fiduciario.

También por aquellos aquellos años aparece un nuevo concepto bélico, que es la Guerra contra las Drogas, una contienda que consiste en alimentar in eternum el narcotráfico, robar de la mano de las compañías farmaceúticas y la mafia médica que generan una industria de la rehabilitación y una coartada para avasallar la libertad individual, potenciar el rol moralizante del Estado y pisotear soberanías.

Veinte años después replicarían este esquema en la Gran Guerra contra el Terrorismo (autogenerado).

Como frutilla del postre los mejores estrategas de la oligarquía estadounidense: La Fundación Ford y los asesores de los hermanos Koch y Rockefeller identifican las proclamas disque revolucionarias del 68 (más su insustancial filosofía posmarxista) como una oportunidad sin igual para reinventar la moral de la época, y comienzan un proceso gradual de cooptación de aquellos movimientos  (feminismo, ecología, hipismo, LGTB)..

Primero subvencionando a sus exponentes académicos (Ford financia la primera cátedra sobre género y sexualidades, en California, 1969), luego articulándolos como organizaciones parapolíticas, más adelante impulsando leyes que los insertaron de lleno en el entramado institucional y finalmente, en los últimos 15 años, consagrándolos como herramientas predilectas de su ingeniería social.

Últimamente te muestras muy crítico ante la gestión de Trump ¿Sigues pensándolo como un mal menor?

Trump es un presidente de los Estados Unidos, ergo la cabeza visible de la principal organización criminal del planeta.

Jamás tuve una opinión favorable ni de su persona ni de su gobierno, pero me reafirmo en que Hillary Clinton era objetivamente peor.

Basta con remitirse a las pruebas, en su correspondencia consta que no tendría el menor reparo en iniciar una guerra termonuclear.

Clinton es la quintaesencia del belicismo, además de una exponente de la aristocracia política progresista que desprecia a la gente y profundiza los aspectos más arbitrarios el sistema.

Celebré, con la victoria de Trump, dos sucesos: La derrota de la moral hegemónica y el terrorismo mediático, por un lado, y por el otro el avance discreto de la pacificación mundial

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Me interesa que compartas tu opinión sobre el rol geo-político de Sillicon Valley

Allí reside la supremacía coactiva de los Estados Unidos hoy.

El resto de la corporcracia yanqui, salvo Mc Donalds, la Coca Cola, Visa  y los bancos, que por otra parte son los dueños de Google, no le vende otra cosa al mundo.

Las telepantallas de bolsillo son claramente el objeto fetichista de este siglo, y la garantía máxima de eficiencia en el control social total.

Todos los dispositivos del mundo funcionan ya sea con microprocesadores Intel o de su competencia testimonial, AMD, y a partir de allí, que es la génesis del poder tecnológico, aparecen Google, Facebook, Microsoft, Apple y Amazon, que son compañías cuyo valor supera múltiples veces al PBI de cualquiera de nuestros países y cuya capacidad no ya de vigilancia, sino de manipulación de las personas las están transformando de entidades para-estatales a poderes supra-estatales.

No existe revolución posible con la juventud analfabeta educada por Whiskeypedia, transportándose en Uber y pagando un café de Starbucks en treinta cuotas con tarjeta de crédito, y de ser posible, a través de una App.

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Cuando se destaparon las revelaciones de Snowden parecía inminente algún grado de rectificación en ese rumbo, pero al final ocurrió lo contrario. ¿Por qué?

Por todas las razones expuestas  y otras tantas más los ciudadanos occidentales se comportan como pusilánimes esclavos satisfechos.

Con la (añeja) retórica positivista del progreso, “Nunca estuvimos mejor, y estaremos cada vez mejor, mucho mejor, mucho más mejor ” (sic) se compró el alma de las auto percibidas clases medias.

Luego tienes a los anti-sistemas del sistema, la Oposición Controlada, embebidos por las mieles de la progresía liberticida.

Y a los indignados que votan a la derecha nacionalista, que es un cambio de fase pero no de raíz en esta historia. Ya lo ves a Trump jenuflexo ante el sionismo e inactivo contra personajes como Zuckerberg, que admitió abiertamente manipular el voto contra él pero ahora se reinventa como un Mc Carthy trillonario de la aldea global.

Por mucho menos que el panóptico global de la NSA han caído imperios, pero desde que el capitalismo personaliza sus ofertas, cada vez más gente le vende el alma.

¿Quiénes son la Oposición Controlada del mundo actual?

Te lo comentaba anteriormente, la izquierda aburguesada.

No es ninguna novedad, lamentablemente. Es un devenir lógico que el academicismo corrompa no sólo el saber, sino también la transgresión.

Ocurre también con el arte, ocurre con todo.

¿Qué clase de rebeldes piden mayores fondos para las universidades públicas, sin oponerse al monopolio curricular o a la cartelización profesional?

¿Dónde pasa la Revolución hoy? ¿Entre los partidos socialistas que rescatan bancos o entre las feministas que persiguen la prostitución?

El del feminismo de género es un caso paradigmático, cuyo auge evidencia a la perfección la dinámica perfecta de la Oposición Controlada.

¿Por qué todas las cúpulas partidarias, todos los editores de los medios insignes, todas las grandes marcas transnacionales, apoyan a una secta anacrónica, victimista y patética otrora irrelevante?

Porque es un combo fabuloso para el statu quo: Fracturar a la sociedad civil (ergo los oprimidos) ofreciéndole privilegios a una mitad por sobre la otra, levantando un discurso amarillista contra la violencia de género, creando noticias de la nada, promoviendo persecuciones y cazas de brujas útiles para sacarse a cualquier enemigo público de encima (y si no pregúntale a Assange huyendo de la Liga Anti Sexo sueca).

En general, el feminismo sirve para todo lo que en su momento servía la Iglesia Católica: censurar, regular, entrometerse en la cama de la gente. Es una Inquisición moderna.

Visto así ¿Cómo no va a sucumbir la izquierda aburguesada, si ha traicionado impúdicamente a su capital político primario, los proletarios?

En otras palabras, crees que la derecha alternativa está reemplazando el espacio que abandonó la izquierda aburguesada

Sí, claro. Está más que demostrado, los trabajadores, los desempleados, los pequeños comerciantes fundidos por impuestos y usura, los pensionados, repudian con todas sus fuerzas la hipocresía progre y la insustancialidad del pensamiento único, que ya ni siquiera les ofrece una solución a sus problemas.

Pero lamentablemente siguen con el Smartphone, se vuelcan a la xenofobia que es la coartada ancestral de los nacionalistas y apoyan candidatos que si bien parecen menos dispuestos a promover el gobierno mundial, ya en el poder se comportan en unos cánones medianamente aceptables para la élite.

Repito, míralo a Trump perfilándose como el hijo predilecto del sionismo. En las cuestiones trascendentales no se perciben grandes cambios.

A menudo afirmas que el gobierno de tu país obedece más a los intereses sionistas que a los suyos propios ¿Desde cuándo Israel goza de tanta influencia en los asuntos latinoamericanos?

Israel, el etnoestado judío, goza de una desproporcionada influencia en todo el planeta, puesto que cuenta con embajadores plenipotenciarios en cada empresario sionista suelto por el mundo, que ya sabes, por algún extraño motivo están detrás de cada gobierno occidental sin excepción.

En ese sentido aprendieron mucho de sus padrinos británicos, apostando por todos los gallos de la riña siempre, construyendo hegemonía con independencia de las circunstancias transitorias.

En Argentina hay un señor que se llama Mario Montoto, presidente de la Cámara de Comercio argentino-israelí, que provee de armas al Estado nacional desde 1983, ininterrumpidamente.

Hay una ONG que se llama DAIA que se arroga falsamente la representación de todos los judíos argentinos y se toma la libertad de instruir juicios, conciliaciones y apercibimientos paralelos al aparato judicial contra todo aquel que los incomode con una opinión.

Usan para amedrentar a la virtual totalidad de los medios de comunicación que manejan, donde ya no sólo responden accionistas y directores, sino también periodistas del montón que reciben capacitación por parte del Estado de Israel, y llegado el caso, si la causa amerita, avanzan por las vías legales, donde también cuentan con jueces cómplices y casi inexorablemente triunfan en su cometido.

¿Quién puede detenerlos si barrieron con la disidencia?

A grandes rasgos de eso se trata el documental que estrenaremos en Hispan TV para fin de año.

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¿Qué nos puedes anticipar de tu documental sobre la censura sionista?

Bueno, la operativa descripta en la respuesta anterior se hace evidente en los cinco casos que relato.

El primero, el de la hija de un acaudalado empresario de medios, siempre afín al sionismo, que osó cuestionar la cantidad de víctimas del Holocausto y fue consecuentemente linchada y extorsionada, con la diferencia de que tuvo la valentía de denunciar la extorsión, que incluyó un explícito pedido de soborno y acoso sexual por parte del entonces presidente de la DAIA.

El segundo, Santiago Cúneo, el presentador de TV más popular del momento, una de las pocas voces opositoras al gobierno de Macri que terminó excluído de la cadena de televisión que emitía su programa por una campaña similar.

El tercero, cómo se silenció dramáticamente mi denuncia sobre Pegasus, el software israelí espía que el gobierno argentino adquirió para jugar a ligas menores de la NSA y estuvo a punto de legalizarse a comienzos de este año, sin una mísera mención de los medios hegemónicos.

El cuarto, del otro lado de la Cordillera, es el caso de la Comunidad Palestina de Chile, la mayor de la diáspora, enfrentándose diariamente a obstáculos y boicots por parte de los homólogos de la DAIA.

Y el quinto, que para mí resulta paradigmático, el de un canal alternativo, TLV1, que termina inmerso en una dantesca persecución judicial donde los verdugos son jueces y pretenden sin ruborizarse que los periodistas imputados les ruegen perdón de rodillas por denunciar el genocidio que los israelís llevan a cabo hace 70 años.

Ese último diálogo con Juan Manuel Soaje Pinto, el valiente director del canal, es quizás la pieza más valiosa del trabajo.

¿Cómo entiendes la crisis en Argentina? En ese sentido parece repetirse el episodio de 2001?

Convergen varios elementos similares. El gobierno de Macri en mi opinión funciona como una oligarquía ensimismada, un gobierno abocado a enriquecer a sus integrantes, que ya ni siquiera satisface los intereses de las grandes corporaciones argentinas y subsiste por una suerte de contrato de alquiler con Estados Unidos e Israel.

Endeudaron de manera compulsiva, subieron los impuestos en el país de mayor carga tributaria del planeta y garantizaron negociados anglo-israelíes en torno a la energía, cuyo precio se disparó, adrede, casi treinta veces desde la asunción de Macri.

Una política de estas características, aplicada de por sí a una economía arcaica, viciada por el proteccionismo, incompetente e inflacionaria sólo podía terminar mal, pésimo. Y creo que la realidad superó las expectativas cínicas de esta casta de ineptos que no esperaban un colapso tan acelerado.

Para peor, la coyuntura internacional induce a pensar que los precios de las materias primas no volverán a dispararse, así que de repetirse un 2001 no hay salida a la vista, salvo que se avance en reformas estructurales que absolutamente ningún político argentino quiere realizar, porque implica ir en contra de los expurios intereses de su casta:

Reducir ostensiblemente al hipertrófico estado nacional, desregular la economía pensando en los pequeños y medianos empresarios, frenar la bancarización, prohibir la toma de deuda, eliminar prebendas y privilegios para ganar competitividad, ligar la moneda al oro para liquidar la inflación, abolir el sistema de patentes para fomentar la innovación y realinearse geopolíticamente con vistas a China como principal socio comercial y a Rusia como aliado estratégico.

En todo caso habrá que esperar que la sociedad tome nota de los costos de perpetuar al statu quo y vuelva a izar la bandera del “Que se vayan todos” para nunca más arriarla.

Para terminar ¿Qué significa para ti ser liberal en los tiempos que corren?

Lo que significó siempre. Defender la libertad de las personas como el máximo valor moral, y actuar en consecuencia.

No se puede ser un liberal consecuente sin ser anarquista, y ser anarquista significa atentar de manera cotidiana, sistemática y meticulosa, en todos los frentes, contra las jerarquías que amenazan la soberanía del individuo sobre sí mismo y sus bienes.

Hoy tenemos nuevos enemigos además del Estado, puesto que su naturaleza expansiva ha corrompido las áreas más diversas: La ciencia, la academia, los bancos, las grandes empresas, las sectas laicas devenidas en nuevas religiones obligatorias, etc…

Lamentablemente es mucho más difícil asumir nuestra lucha en la actualidad, cuando la tiranía se ha perfeccionado a niveles nunca antes vistos, la tecnología multiplicó exponencialmente la distribución asimétrica del poder y la enajenación de los esclavos satisfechos parece, por momentos, irreductible.

Pero seguir dando batalla no es sólo una obligación ética, sino una manera de generar grietas en la farsa hegemónica, que con suerte y viento a favor se convertirán en ventanas hacia un horizonte más digno.

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CRÉDITOS

Autor de la entrevista: Javier Benitez

Aquí, un ejemplo de su gran trabajo periodístico (link)

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